Entrevista a Mónica López, autora de «Café y carmín»

Sumergirnos en su mundo interior y descubrir cómo una persona puede romperse y recomponerse las veces que sean necesarias. Eso es lo que propone Mónica López (Alicante, 2001) en su primer poemario «Café y carmín» (Ediciones Veletea, 2021). Hemos podido charlar con esta joven autora para intentar conocer mejor su obra y el proceso creativo que lleva acabo.

Tiempo de libros (TDL): Cuéntanos un poco quién es Mónica López.

Mónica López (ML): Mónica López es una persona hiperactiva, cabezota, con una mente en plena revolución, pero que encuentra la calma a su manera.
Soy una persona muy simple y transparente, pero, a la vez, complicada. Cuesta mucho entenderme de primeras porque me paso el día entero en mi mundo. Yo solo vivo a mi manera. Soy libre, independiente, y sencilla, se me ve venir de frente, porque tan solo soy lo que tienes delante.

TDL: Pese a que tu poemario se enclava dentro de la poesía contemporánea, el verso libre, prosa poética, etc, también hay hueco para algunos poemas de composición más clásica, centrados en la rima y la estructura. ¿Con qué tipo de poesía te sientes más cómoda?

ML: A día de hoy, me siento muy cómoda con la prosa poética.
He escrito de todo a lo largo de mi vida y la poesía con la que empecé era más clásica, pero se acabó transformando en pura reflexión, emociones y pensamientos, y al final me dejo llevar por cómo me nace escribir en cada momento de mi vida. Ahora encuentras menos rimas entre mis letras, pero sigo enamorada de los versos que están hechos, de alguna forma, para encajar rimando.

Mónica López, autora de «Café y carmín»

TDL: ¿Cuál es el proceso de escritura que sigue Mónica López? ¿Dónde encuentras la inspiración?

ML: El proceso empieza cuando algo se entromete en mi camino y me deja huella. Mi instinto me pide huir, y mi razón, escribirlo todo. Siento que es mi mayor refugio. En mis propias letras nadie puede hacerme daño. Solo estamos el papel y yo, y una vez empiezo a escribir, nada me para. Sigo, sigo, y sigo.
Mi mayor inspiración es mi propia experiencia y mi experiencia emocional. Ella me guía y me hace sacar de dentro todo de una manera más «bonita». Yo me siento mejor, el mundo duele menos después de escribir un texto y alguien más se sentirá identificado con ello, pienso.
Eso sí, cuando no encuentro la forma de soltar lo que llevo dentro, o liberarme porque no tengo inspiración en ese momento, leo algo de Benjamín Prado, él siempre tiene una frase, una palabra que me ayuda a arrancar el poema.

TDL: Entremos en «Café y carmín». ¿Qué poemas destacarías de tu libro? ¿Cuáles son tus preferidos y por qué?

ML: Para mí, “En esta arena” es uno de los más importantes. Mezclé mucho contenido de mi interior en él. Es algo que escribí por alguien del que ya no sé nada. Y en su momento, si no recuerdo mal, se lo envié a esa persona primero. Decidí incluirlo en el libro porque es algo que me ha marcado y que he sentido de verdad.

Y “Mayo” es relevante para mí también. En este caso, refleja una buena etapa de este mismo año, 2021, que no supe valorar en su momento. Me dejó con un sabor agridulce porque, a pesar de ser un momento especial de mi vida, yo me moría de miedo, y las dudas y el pánico se debilitaron gracias a esa persona, antes de mayo. Fui feliz, y luego todo se truncó de nuevo… Refleja el dolor de la decepción y del decir adiós, hasta que algo bello aparezca de nuevo en tu camino. Refleja la incertidumbre y el pesar de saber que no volverás a sentir lo mismo de la misma forma en mucho tiempo.

«Café y carmín» publicado por Ediciones Veletea.

TDL: ¿Tienes algún referente literario?

ML: Anaïs Nin es mi escritora favorita. Ella es mi mayor inspiración desde hace muchísimo tiempo. Cada cosa nueva que descubro y leo de ella me gusta más que la anterior. Me identifico, me siento en casa con sus textos, con sus frases y con todo.
Ella tiene un estilo muy real a la hora de escribir, habla verdades puras, te hace darte cuenta de cosas que te pasan desapercibidas pero que llevas dentro, y cuando las lees, las identificas y sabes ver que es cierto, ella siempre tiene razón. Es única. Para mí, la mejor.

TDL: ¿Cómo ha sido la experiencia de publicar tu primer libro con Veletea?

ML: Me ha gustado mucho esta experiencia. Ha sido una gran oportunidad para empezar mi carrera como escritora. Llevaba mucho tiempo planteándome la mejor manera de ofrecerle al mundo esta parte de mí, y publicar con ellos ha sido una muy buena forma de conseguirlo. Estoy muy agradecida y su trabajo es excelente. Son buenos profesionales y sé que algún día, confío, serán una editorial mucho más grande, si cabe.

TDL: Por último, háblanos de tus planes de futuro, ¿qué podemos esperar de la Mónica López escritora?

Tengo miles y miles de textos, sin exagerar. Nunca dejo de escribir. Se trata de sacar y sacar, y luego seleccionar qué es lo más digno de ser leído por los lectores. Tengo la ambición y la necesidad de seguir creciendo como escritora. Es algo que me hace muy feliz. Solo con ver la satisfacción de una persona a la que le gusta lo que hago, o que le permite sentirse en casa con lo que lee de mi autoría, me doy por servida. No quiero dejar de escribir. Ni pienso dejar de hacerlo.
Ojalá algún día mis letras lleguen a muchísimas más personas, a muchísimos más corazones.

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